Las pizarras digitales conquistan las aulas
La aplicación de nuevas metodologías se traduce en una educación más activa y participativa. En Ceisal, desde el primer momento, quisimos poner al alcance de nuestros alumnos todas las herramientas tecnológicas posibles para ofrecerles una formación de calidad, por ello, optamos por las pizarras digitales interactivas.
Pero, ¿qué son las pizarras interactivas? La pizarra conocida también como PDi, consiste en un ordenador conectado a un video-proyector, que proyecta la imagen de la pantalla sobre una superficie, desde la que se puede controlar el ordenador, realizar anotaciones, así como guardarlas, imprimirlas o enviarlas por correo electrónico.
No podemos negar que proporcionar nuevas herramientas a los alumnos para su formación es un valor añadido tanto para los estudiantes como para los docentes, ya que, el aprendizaje se traduce en un incremento de participación, de colaboración y de interactividad entre los profesores y alumnos.
Las pizarras digitales fomentan la motivación entre los estudiantes, ya que las clases son más participativas y flexibles puesto que proporcionan un entorno en el que es fácil compartir contenidos e interactuar con ellos. Con estas pizarras es más sencillo captar la atención de los alumnos y alumnas, disponiendo además, de un amplio abanico de posibilidades para adaptarnos a diferentes estilos de aprendizaje.
Además de las ventajas educativas también encontramos otras no menos importantes como su facilidad de uso, su fuente inagotable de información multimedia e interactiva y su uso colectivo en clase de los canales telemáticos de comunicación vía chat, email o videoconferencia.
Las clases dan un giro de 360º convirtiéndose así en un espacio mucho más participativo, colaborativo y con la garantía del aumento de motivación tanto de los alumnos como de los profesores.
La educación se ha convertido en 2.0, por lo que, los centros debemos adaptarnos a las nuevas tecnologías para fomentar un estudio donde los estudiantes son el centro de las clases. ¿Sabías que con estas pizarras no volverás a escuchar el chirrido de las antiguas tizas?