¿Y qué hago yo ahora?
La mayor preocupación hoy en día de los jóvenes enfermeros y en general es, qué hacer después de acabar la carrera. La encrucijada de las carreras sanitarias, como Enfermería, es la necesidad de interiorizar mucho contenido y ponerlo en práctica para cuando llegue el momento de tu primer trabajo puedas afrontarlo como es debido, ya que no trabajamos con objetos inanimados sino que nuestra profesión gira alrededor de las personas. La necesidad de la especialización en todas las carreras sanitarias hace que los profesionales sean cada vez más completos y puedan adquirir una mayor habilidad a la hora de la realización de su práctica diaria.
Para poder ser especialista en Enfermería, al igual que ocurre con otras carreras de este campo, se debe aprobar un examen que permite acceder a una formación exhaustiva en el ámbito sanitario que elijas. Este examen, llamado EIR (Enfermero Interno Residente) tiene lugar a primeros de año y conseguir una buena nota conlleva asegurar tu futuro profesional durante al menos 2 años de aprendizaje con la puesta en práctica de todos los conocimientos que se adquieren en la carrera y ¿cómo no? especializarte en un ámbito concreto de la profesión.
Por ello, creo que para que la Enfermería crezca y evolucione como labor, es necesario que las jóvenes promesas que salen todos los años de la universidad crean en la profesión y luchen por especializarse en el campo que más le guste.
Actualmente, y me pongo en la piel de todos los alumnos que han empezado con nosotros en la preparación del EIR 2016, son muchos los jóvenes (y no tan jóvenes) que apuestan por esta salida profesional, por labrarse un futuro prometedor y ver cómo su esfuerzo se ve recompensado en estos tiempos que aunque hayan mejorado siguen siendo complicados para los recién salidos de la universidad.
Cuando veo sus caras, veo esperanza, ilusión, ganas de aprender, la asombrosa curiosidad de la juventud y la alegría que caracteriza a estos alumnos, todas ellas virtudes extraordinarias, que hacen de cada uno de ellos un ejemplo a seguir. Aunque alguno habrá que no lo sepa, las pruebas en la vida están presentes constantemente, la capacidad de adquirir y memorizar los contenidos se van perdiendo con el tiempo y al final de todas las horas de estudio dedicadas a un buen fin, surge la sabiduría y el acercamiento al maravilloso mundo del conocimiento. Por eso quiero honrarlos como toca, porque lo que aprendan este año se verá reflejado en su mañana, porque forman parte de una lucha hacia una meta común y queremos acercarlos a conseguir un sueño, su sueño.
Sé que habrá meses más duros que otros, pero gracias a la labor de todos los profesionales que forman parte de este gran equipo haremos de este año, un año inolvidable porque al final, el estudio es un trabajo duro y la meta es esa PLAZA DE RESIDENTE.
[box type=»download»] Prepara el EIR ¡Y consigue tu plaza! Infórmate [/box]
Ana de Maya Martínez
Enfermera y Coordinadora del Programa EIR