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El Coaching: una herramienta adicional para desarrollar tu inteligencia emocional

A lo largo de los años han ido surgiendo diferentes técnicas, herramientas o estrategias con el objetivo de que las personas aprovechen al máximo todo su potencial y consigan alcanzar las metas propuestas impulsando sus habilidades y capacidades. Una de estas herramientas es el coaching.

El coaching es más conocido en el ámbito empresarial, ya que, ayuda a desarrollar las habilidades personales y directivas de los trabajadores para mejorar así la competitividad laboral, pero progresivamente y debido a su impulso en la consecución de objetivos, también se ha convertido en un recurso clave en algunos programas formativos, sobre todo en los que el alumno requiere de herramientas personales específicas para poder superar con éxito el proceso de aprendizaje y obtener buenos resultados.

A la hora de enfrentarnos a dificultades tales como exámenes o pruebas de preparación como una oposición, el MIR o el EIR, debemos tener en cuenta que el estrés se convertirá en un factor negativo para nuestro aprendizaje y desarrollo, pero además, encontramos conductas poco saludables como el abuso de alcohol, tabaco, dieta poco saludable o sobrepeso que pueden afectar directamente a nuestro rendimiento.

Un estudio realizado por la Universidad de Oviedo señala que una elevada inteligencia emocional reduce el riesgo de que se presenten conductas de riesgo, por lo que, los alumnos tienen una mente más despierta y rechazan de forma asertiva comportamientos nada beneficiosos para su vida. La inteligencia emocional, como así señala el artículo de Recursos Humanos al Día, es buena para nuestra salud, porque aumenta la probabilidad de tener un estilo de vida más saludable.

Los alumnos con mejores resultados son aquellos capaces de generar conexiones neuronales sólidas a lo largo de todo el proceso de formación, por lo que, un estado emocional correcto aumenta su capacidad de recopilar y recuperar la información que necesitamos aprender.

En Ceisal tenemos la pieza clave para tu aprendizaje: el coach, que te ayudará a generar nuevos hábitos para optimizar los resultados de tu desempeño como estudiante, además de enseñarte a regular tus emociones, sobre todo en la gestión de estrés.

Cuando nos sumergimos en un proceso largo de estudio la figura del coach se vuelve esencial a la hora de afrontar el nuevo reto que nos hemos propuesto.

El coach, proporcionará las herramientas y claves necesarias para activar los sistemas neuronales encargados de ampliar nuestra capacidad de aprendizaje, adaptación y cambio.

En las sesiones de coaching con los estudiantes, se tiene como objetivo generar descubrimiento personal de cómo nos afectan las emociones en nuestra capacidad de estudio, así como aprender los procedimientos necesarios para activar la emoción más adecuada para estudiar y aprovechar al máximo nuestra memoria y comprensión.

Además, los alumnos aprenden a gestionar las emociones en situaciones de cansancio, en momentos de resultados bajos en pruebas de simulacro, en el mantenimiento de la motivación para el estudio, y en la preparación emocional para el día del examen.

Se trata finalmente, de generar autonomía en la gestión emocional del estudiante para que pueda, activando sus mejores emociones, sacar el máximo provecho de su capacidad de estudio y se vea reflejado en unos buenos resultados.

No olvidemos que la gestión emocional es un hábito susceptible de ser aprendido conociéndose a uno mismo, entendiendo cómo funcionan las emociones y qué consecuencias tienen en nuestro desempeño, y desarrollando nuevas conductas de éxito en situaciones alta demanda emocional.

Coautora: Vanessa Rosselló. Administración Académica Ceisal

 

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